Luca della Robbia nació en 1400 en Florencia.
Criado en el seno de una familia de tintoreros (robbia significa "granza" en toscano, palabra que designa una planta usada para el teñido).
Desde una edad muy temprana aprendió orfebrería en el taller de Leonardo di ser Giovanni, dedicándose al dibujo y al modelado con cera.
En 1414 ingresó al taller de Nanni di Banco, con el que colaboró en la Assunta para la puerta Mandorla de la Catedral de Florencia. Después de la muerte de su maestro, Nanni di Banco (1421), se mudó al taller de Donatello, donde se hizo amigo de Filippo Brunelleschi.
Vinculado al clasicismo más puro, se caracterizó por un gran rigor formal y una notable atención a los acabados y detalles. Reconocido por perfeccionar la técnica de la terracota esmaltada, desarrolló una producción exitosa al combinar pintura y escultura, logrando obras con extraordinaria resistencia a la intemperie.
Sus obras, como las refinadas Madonnas, retratos en forma de bustos y escenas sagradas, a menudo poseen la belleza y el poder expresivo de las obras contemporáneas de otros grandes artistas como Donatello.
Entre sus obras más destacadas figuran: "Cantoría de la Catedral de Florencia", realizada en mármol entre 1431-1438; Medallones de Campanile (1437-1439); Tabernáculo para Santa María Novella en la Colegiata de Peretola; Madonna con el Niño y dos ángeles, de la Vía del Agnolo (Museo Nacional del Bargello - Florencia).
Luca della Robbia falleció en 1482 en Florencia. Fue enterrado en San Pier Maggiore, una iglesia demolida en 1783.